La matriz de la entidad, BFA Bankia, cerró 2012 con una pérdida de 21.238 millones de euros, después de realizar unas provisiones y dotaciones de 26.845 millones, que incluyen los ajustes derivados del traspaso de activos a la Sareb, o "banco malo". Bankia registró un ratio de solvencia del 9 % el año pasado, "que ascendió al 9,44 % tras el canje por acciones de los instrumentos híbridos" que había vendido, explicó la entidad, entre ellos las participaciones preferentes.