Miguel Blesa siempre defendió que en los sueldos millonarios de Caja Madrid no había zonas oscuras. Algo que queda en entredicho en el durísimo informe de Frob que habla de 'subidas de sueldo arbitrarias'. Blesa ocultó al Consejo de Administración dos millones de euros que repartió entre su cúpla, sin respetar el tope salarial establecido.

Desde UPyD, Andrés Herzog denuncia que "el asunto de Caja Madrid ha tenido una gestión criminal" e insiste en que su formación ya había denunciado hace años lo ocurrido en la entidad. Pero el mayor fraude estaría en las indemnizaciones a la carta, que se otorgaron los consejeros a sí mismos. En total, supusieron 9,1 millones de euros.

Quienes se iban voluntariamente de la caja y no eran despedidos también eran compensados. Un ejemplo es Enrique de la Torre, que se fue de la entidad en 2009 y se llevó casi cinco millones de euros.

Como en todos los bancos, los directivos de Caja Madrid tenían una parte de su sueldo variable en función de objetivos. El problema es que no constaban en ningún sitio. Eran bonuso por objetivos, sin objetivos que se cobraban independientemente del rnedimiento.

Finalmente, la última treta de Blesa son las pensiones irregulares. Los hombres del presidnete hicieron aportaciones irregulares a sus planes de pensiones por casi dos millones de euros. Su objetivo, evitar el pago de impuestos.