El expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, multiplicó por diez la cantidad de la que podían disponer los principales directivos de la entidad en las tarjetas opacas, y lo hizo gracias a un pacto entre el PP y CCOO, según publica el diario 'El País'.

El juez Fernando Andreu, que investiga el caso de las tarjetas opacas, considera que los expresidentes Blesa y su sucesor Rodrigo Rato, "consintieron, aceptaron y propiciaron" el uso de las tarjetas opacas en la entidad. El magistrado cree que podrían haber obtenido así una remuneración extra ajena al control de Hacienda.