Uno de los exconsejeros de Caja Madrid que utilizó las tarjetas opacas es José María Buenaventura, que gastó 63.000 euros. Ya dimitió de su cargo como jefe de gabinete del secretario de Estado de Hacienda, ahora volverá a  la Agencia Tributaria como funcionario, aunque garantizan que no será en el servicio de auditoria interna.

Otro exconsejero es Francisco Javier López Madrid, gastó 34.800euros que ya ha devuelto. Actualmente es conesjero de administración de OHL. A él, ser uno de los titulares de las tarjetas no le ha costado su puesto en la empresa privada, pero al siguiente titular trabajando en una empresa pública, de momento tampoco. 

Javier de Miguel Sánchez, exconsejero de Caja Madrid que gastó 172.700 euros. Propuesto por el PP fue alcalde de El Escorial y actualmente es gerente de Tragsa Madrid, empresa pública, sigue en su puesto y no ha devuelto el dinero, aunque desde Tragsa aseguran que están valorando su futuro.