El año 2014 iba a ser, por fin, el de la recuperación económica.  De “fuerte recuperación” hablaba Angela Merkel, canciller alemana, mientras François Hollande definía la situación como “equilibrio en el horizonte”. Sin embargo, el frenazo de las dos economías más potentes de Europa pone en serias dudas la recuperación de la Eurozona.

“Siempre hemos insistido en que la naturaleza de la recuperación es frágil. Así, mantenemos que el mayor riesgo que existe es la complacencia. En este escenario es importante que las reformas sigan adelante”, ha asegurado Michael Jennings, portavoz de la Comisión Europea.

Francia y Alemania abortan el despegue económico con unos datos de PIB del segundo trimestre que dejan a la locomotora germana con una contracción del 0,2%, mientras que nuestros vecinos franceses registran, por segundo trimestre consecutivo, un crecimiento nulo.

Tampoco Italia levanta cabeza al entrar en recesión técnica tras dos trimestres consecutivos de contracción.

“El desempleo en Europa sigue creciendo. Las políticas de austeridad, lógicamente, no han cumplido su función y están empobreciendo, cada vez más, a los países del sur y del norte de Europa”, ha explicado el economista Alejandro Inurrieta.

Al final, parece que Cristóbal Montoro acabará teniendo razón. “El crecimiento en 2015 será tan intenso que nos colocará a la cabeza de toda Europa”, había señalado el ministro de Economía. Sin embargo, con crecimientos pírricos del 0,6% del PIB, como es el caso de España o Portugal, hasta Letonia puede presumir de ser el nuevo líder del crecimiento en el viejo continente.

“En el cuadro macro de este año dijeron que las exportaciones iban a crecer, pero están estancadas”, ha señalado José Carlos Díez, economista.

Estos frenazos del PIB son hasta junio, es decir, con las curvas de la crisis de Ucrania y de la inflación a la baja en Europa. Aún quedan palos en las ruedas que podrían complicar este 2014. Habrá que ver las consecuencias de la guerra comercial entre Bruselas y Moscú.