El exministro y eurodiputado del PP, Miguel Arias Cañete cree que "probablemente" ningún europarlamentario sabía que su fondo de pensiones lo gestionaba una Sicav luxemburguesa y ha afirmado que cuando él fue administrador de la asociación de diputados que tenían ese fondo se buscó un gestor, porque él no tiene "la menor idea" de gestión de fondos.
Además, ha dicho que no recuerda de dónde salieron las aportaciones personales que él hizo a ese fondo, que debían complementar a las del Parlamento, y en concreto si procedían del dinero para gastos generales que le abonaba la Eurocámara. "No me acuerdo cómo se pagaba aquello en aquel momento, hace casi 15 años que no estoy", ha afirmado.
En una entrevista en RNE, Cañete ha defendido que ese fondo de pensiones "no tiene nada que ocultar", que fue un régimen "establecido y controlado" por la Eurocámara en Luxemburgo, que es una de sus sedes, y no una "operación clandestina".
"Que fuera una Sicav probablemente no lo sabíamos nadie, porque nadie te da un papel con ese tema", se ha justificado Arias Cañete. Según ha dicho, él recibió, 13 años después de dejar la Eurocámara y con el tema ya "olvidado", un papel informándole de que cobraría la pensión.
Así, ha precisado que él la ha estado cobrando y pagando sus impuestos por ella porque está sujeta a tributación nacional y, como no tiene retención la declaración de la renta sale positiva. Y, como ahora vuelve a ser eurodiputado, dejará de percibir esa pensión.
Para Cañete, lo importante de quienes reciben esta pensión es que paguen sus impuestos por ella "religiosamente". "Es bueno para el señor Montoro que todos paguemos", ha dicho.
Además, el exministro ha asegurado que los europarlamentarios no tienen participación en esa Sicav, sino simplemente un derecho a recibir la pensión.
Preguntado entonces por su condición de administrador, ha precisado que la Sicav tiene "una asociación luxemburguesa" de la que eran miembros los eurodiputados que tenían ese fondo y que elegía a sus administradores, que lo que hacían era "elegir el banco que gestionaba los fondos y analizar la gestión bancaria, si era buena o mala", porque en aquellos años las pensiones dependían de la evolución del fondo.
Según ha dicho, él fue administrador "dos o tres años", pero ha admitido no tener "la menor idea" de gestión de fondos, así que lo que hacían era "buscar un gestor que lo supiera hacer".
Cañete ha recordado que a partir de 2009, cuando entró en vigor el Estatuto del Diputado, cambió el régimen de pensiones de los eurodiputados y ahora su garante es la Eurocámara y no depende de la evolución del fondo.
Cañete, que ahora vuelve a la Eurocámara, ha dicho respetar la dimisión del eurodiputado de IU Willy Meyer tras afirmar que desconocía que su fondo de pensiones estuviera en una Sicav, y la ha atribuido a que "en un partido como IU las presiones son mucho más complejas".
Por otro lado, el eurodiputado ha insinuado que finalmente no podrá emprender acciones legales contra la portavoz parlamentaria socialista, Soraya Rodríguez, por acusarle de cobrar sueldos en dinero negro, porque esas acusaciones las vertió "con mucha inteligencia" en el Congreso y están sujetas a la "inviolabilidad parlamentaria".
Según ha dicho, ha analizado las cintas, y sigue haciéndolo, pero cree que las palabras de Rodríguez "bordean, están en el límite de la crítica política". Lo que dicho de un ciudadano sería delito, en el caso de un político la jurisprudencia considera que forma parte de la crítica política, ha lamentado el exministro.
Arias Cañete está de acuerdo con su partido en que tal vez hay que reducir el "excesivo" número de aforados, pero ha apuntado que en este caso es una cuestión distinta. "Lo que se dice en el Hemiciclo no lo puedes llevar ni al Supremo", ha dicho.