Además de las tarjetas sin límite, los consejeros cobraban unas dietas desorbitantes por asistir a reuniones. Los pagos ascendían a 1.350 euros al mes por una sola convocatoria de apenas una hora. Una gran cifra si se tiene en cuenta que hubo años en los que celebraron más de 20 reuniones. En nueve años, Caja Madrid llegó a desembolsar casi 20 millones de euros en dietas a los directivos que asistían como vocales en las sociedades participadas por la entidad.

Pocos movimientos de los miembros de la cúpula de Caja Madrid no estaban remunerados a precio galáctico. De hecho, los miles de euros de las 'tarjetas black' iban por un lado, y las dietas por otro. Sólo por este concepto, entre 2004 y 2012, los directivos de Caja Madrid se llevaron casi 20 millones de euros.

Así funcionaba aquella estructura: cada ejecutivo, y había más de 80, se llevaba al mes tres tipos de dietas. Una de 1.350 euros mensuales por asistir a las reuniones del Consejo de Administración. Otra, más jugosa todavía, de 3.000 euros al mes por acudir a las reuniones de otro Consejo, el de la Corporación Financiera. Y una última por ocupar la vocalía en una o varias empresas participadas por Caja Madrid, como Iberia, Mapfre o Indra.

Los correos que cruzaba el entonces presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa y el secretario Enrique de la Torre, demuestran que las tarjetas y las dietas eran las dos maneras contentar a sus consejeros.

Además, en los últimos años de la era Blesa la frecuencia con la que se reunía el Consejo de Adminsitración se disparó. En 2005 por ejemplo celebró 20 encuentros y en 2009, una treintena. A razón de más de 1.000 euros por consejero, sin duda, una bendición para sus bolsillos.