Martín llevaba en lista de espera dos años para operarse de una hernia. Durante ese tiempo, su estado de salud fue empeorando. Incluso tuvo que dejar de trabajar. Tras dos reclamaciones, al fin consiguió la cita que tanto necesitaba aunque con condiciones. “Que si me quería operar cuanto antes tenía que irme a Madrid” y a Madrid se fue tres días después.

Lo metieron en quirófano a las cinco de la tarde, después de 12 horas de viajes y esperas. Nada más despertar, lo volvieron a meter en la ambulancia de vuelta a casa.  Para Martín ese viaje fue una auténtica pesadilla. Sólo había una camilla para todos y tuvo que volver sentado.

La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, asegura que estos traslados para aligerar las listas de espera no son nuevos: “Esto ha pasado siempre, lo que ocurre es que el dinero que se emplea en conciertos con clínicas privadas es menos del que se empleaba antes”.

En concreto, 63 millones de euros anuales. Un derroche según la oposición.  Mientras, Castilla-La Mancha deriva pacientes a otras Comunidades Autónomas, Cospedal presume de haber reducido en más de 30.000 personas las listas de espera en 2013. Lo que no dice, según ‘Infolibre’, es que esa lista se incrementó en más de 73.000 personas en los primeros 18 meses de su mandato.