El juez le preguntó por las presuntas comisiones ilegales, y él se defendió. Dijo que, en Bankia, los contratos de publicidad no pasaban por su despacho.

Esa versión choca con la de varios exdirectivos del banco, presentes en las reuniones en las que se adjudicaban los contratos. Y señalan a la secretaria personal de Rodrigo Rato, alguien de su máxima confianza, que acabó ascendiendo a coordinadora de Presidencia de Bankia.

Uno de los testigos que declarará ante el juez se opuso en su día a que una campaña de publicidad de ámbito nacional se adjudicara a una cara multinacional. Es Pilar Trucios, exdirectora de comunicación.

El juez no sólo le preguntó por esos contratos. Rato tuvo que dar explicaciones sobre los seis millones y medio de euros cuyo origen se desconoce y que movió durante una década de paraíso fiscal en paraíso fiscal.

Tras escucharle, el juez le impuso las medidas cautelares que pidió la Fiscalía: comparecer en el juzgado una vez al mes, el día que quiera, y la retirada del pasaporte. Podrá viajar por tanto a cualquier país de la Unión Europea y también a Suiza.