La Sociedad Nacional de Ferrocarriles de Francia (SNCF), asociada con la Renfe española, se lanza con cuatro nuevas líneas, entre ellas la París-Barcelona, al reto de conseguir con ellas más de un millón de pasajeros internacionales en 2014 y de elevar del 5% a por lo menos el 8 % su cuota de mercado en el trayecto entre las dos capitales.

Este tren llega con 15 años de retraso y es el que une sin transbordos Barcelona y Paris. Cinco trenes diarios unen desde este sábado la capital francesa y Barcelona. El trayecto, con varias paradas, dura 6 horas y 25 minutos y cuesta 170 euros.

Además de la ruta Barcelona-París, también se estrenan otras tres: Madrid y Marsella en 7 horas, la que enlazará Barcelona y Toulouse en tres horas y la que comunicará la capital catalana con Lyon en 4 horas y 53 minutos.

Hasta el momento, el trayecto se hacía con un transbordo en Figueres, Girona. Este tren solo tardaba 20 minutos más que el actual y costaba 25 euros menos.

La puesta en marcha de esta conexión supone que España y Francia quedarán conectadas en alta velocidad ferroviaria a partir de este sábado con cinco trenes diarios por sentido, que cubrirán el trayecto en una seis horas y media.

Para formalizar la inauguración del nuevo servicio, se ha fletado un tren especial para autoridades entre Barcelona y Perpignan que no admite pasaje.