Moscovici dejaba claro al principio de su intervención hacia quien se iba a dirigir, y enseguida lanzaba su primer mensaje: "La previsión de 2016 nos parece demasiado optimista". Confirma así que España no cumplirá sus compromisos ni este año, ni el que viene.
Antes de escuchar a Moscovici, Margallo ponía en duda sus previsiones. Las noticias que se han confirmado hicieron sacar las uñas al portavoz del Partido Popular, acusándole de anunciar un pronóstico partidista. Incluso Schäuble le ha dado un tirón de orejas al comisario francés.
Pero Moscovici tenía para todos, y no ha desaprovechado la ocasion para defenderse. Toda la Comisión está de acuerdo en que España no cumplirá: "No hay ninguna ideología, no hay voluntad de interferir, al final las únicas opiniones que cuentan son las de las cifras. "No hay influencias políticas en estas decisiones".
El Gobierno que salga de las elecciones de diciembre podrá echarle la culpa a la herencia recibida. Deberá redactar un nuevo presupuesto con 10.000 millones menos.