Mariano Rajoy, sin decir nada, dijo mucho: "Vamos a intentar arreglarlo". Eran las 4:15 de la madrugada cuando Competencia comunicó a Industria que invalidaba la subasta eléctrica, y eso significa que la subida del 11% no se hará efectiva, como afirmaba el presidente: "El resultado de la subasta no se va a trasladar al recibo de la luz".

Competencia dice en su comunicado que en la subasta se produjeron "circunstancias atípicas", algo que ya rondaba en la cabeza del ministro de Industria: "Teníamos sospechas de manipulación. ¿Quién? No lo sabemos, pero algo atípico ha ocurrido". Ahora, Competencia tiene un plazo de dos semanas para explicar por qué, cómo y quién es el responsable de esa posible manipulación.

La patronal eléctrica mantiene que la subasta fue igual que otras y desafían a quienes les acusan: "Si alguien cree que ha habido manipulación, que lo demuestre", ha afirmado Eduardo Montes, presidente de UNESA. La oposición también reclama al Gobierno que aclare cuanto antes lo ocurrido: "Es el mecanismo el que está bajo sospecha, y necesitamos una aclaración de lo ocurrido", según la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano.

Ahora, el Gobierno tiene que decidir bajo qué mecanismo fija el precio definitivo de la luz de enero.