La economía española registró una caída histórica del 18,5 % en el segundo trimestre del año respecto al primero, a consecuencia del confinamiento decretado para frenar la epidemia de COVID-19, de acuerdo con el dato avanzado este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Esta evolución del PIB es consecuencia del desplome del consumo de los hogares (21,2 %), de la inversión empresarial en bienes de equipo (25,8 %) y de las exportaciones (33,5 %), en un contexto de paralización de la actividad y cierre de fronteras, mientras que el gasto de las administraciones públicas creció el 0,4 %.
El empleo medido en horas trabajadas cayó un 21,4 %, un descenso superior a la destrucción de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, que disminuyeron un 17,7 %.
El Gobierno afirma que no es de las economías más tocadas
La ministra Isabel Celáa ha afirmado en una entrevista en Espejo Público que la economía española "no es de las más tocadas, ni muchísimo menos". "Si hacen una comparativa toda las actuaciones que viene poniendo en marcha el Gobierno de España lo que han hecho es establecer plan de choque con todos los ERTE, las líneas importantes del ICO y el Ingreso Mínimo Vital", ha insistido la ministra, que ha asegurado que "estamos en la reactivación, en el choque".
"Ha habido más de tres millones de personas que se han apuntado a los ERTE, y ahora es solo un millón. Esto significa que hay una activación económica de 20.000 personas al día, y eso es bueno. La salida será en forma de 'V' asimétrica", ha reiterado. En este sentido Celáa ha asegurado que "no tenemos por qué pensar en términos catastróficos".
Los datos ponen a España a la cabeza
El Producto Interior Bruto (PIB) de la eurozona se desplomó un 12,1% y el del conjunto de la Unión Europea (UE) un 11,9 % en el segundo trimestre debido a la pandemia de COVID-19, en ambos casos su mayor caída desde que comenzaron los registros en 1995.
El coronavirus ha provocado un hundimiento sin precedentes de la economía de todos los grandes países del euro. Sin embargo, en cuanto a datos, el más acusado en España.
Le sigue Francia (13,8 %), Italia (12,4 %) y Alemania (10,1 %). La contracción económica entre abril y junio ha sido más de tres veces superior a la registrada en el primer trimestre del año, que fue del 3,6 % en el área de la moneda única y del 3,2 % en los Veintisiete, tal y como venían anticipando instituciones y analistas económicos.
España entra en recesión: dos trimestres en negativo
Con la fuerte contracción del PIB en el segundo trimestre, que coincide prácticamente con la vigencia del estado de alarma por la crisis sanitaria, España entra de nuevo en recesión técnica al sumar dos trimestres consecutivos en negativo.
Es la tercera vez en el siglo XXI en que la economía española afronta una recesión: durante la crisis de 2008 entró en ella en dos ocasiones, la primera vez en el cuarto trimestre de 2008 (saliendo de ella en el segundo trimestre de 2009) y la segunda en el segundo trimestre de 2011. Esta segunda recesión duró más tiempo, hasta el cuarto trimestre de 2013.
El periodo abril-junio se ha visto afectado de lleno por la paralización de numerosas actividades económicas como consecuencia de la declaración del estado de alarma, lo que ha provocado un retroceso de la economía sin precedentes en la historia reciente.
Esta caída del PIB en el segundo trimestre se acerca bastante a las previsiones que habían realizado distintos organismos. La AIReF había pronosticado un descenso del 20%, el BBVA lo situaba en el entorno del 17% y el Banco de España estimó que la contracción del segundo trimestre oscilaría entre el 16% en el mejor escenario y el 21,8% en el peor, con una caída media del 20%.
En tasa interanual, el PIB del segundo trimestre se contrajo un 22,1%, frente al descenso del 4,1% del trimestre anterior. Se trata del mayor retroceso interanual de toda la serie. Hasta ahora, la mayor contracción anual del PIB era la del segundo trimestre de 2009, cuando la economía española bajó un 4,4% interanual.
La demanda nacional restó 19,2 puntos a la variación interanual del PIB en el segundo trimestre, tasa 15,5 puntos inferior a la del primer trimestre. Por su parte, la demanda externa restó 2,9 puntos, lo que supone 2,5 puntos menos que en el trimestre pasado.
El consumo de los hogares se hunde un 21% entre abril y junio
Los datos trimestrales muestran un hundimiento del consumo de los hogares del 21,2%, sin precedentes en la serie histórica. Por el contrario, el gasto público aumentó entre abril y junio un 0,4%, mucho menos de lo que lo hizo en el primer trimestre (+1,8%), mientras que el gasto en consumo de las instituciones sin fines de lucro y al servicio de los hogares avanzó un 0,5%, tres décimas menos que en el trimestre precedente.
La inversión, por su lado, registró en el segundo trimestre un recorte histórico del 22,3%, con caídas del entorno del 25% o superiores tanto en el caso de la inversión en vivienda como en maquinaria y bienes de equipo.
El INE señala que la situación provocada por el coronavirus hace que ciertas variables, como las horas efectivamente trabajadas, sean más relevantes en los momentos actuales a la hora de medir la evolución del empleo. "Se considera que esta variable, frente a los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, es la que refleja de manera más clara los efectos inducidos en el empleo por la pandemia y las sucesivas medidas adoptadas para combatir sus efectos", apunta.
El empleo de la economía, en términos de horas trabajadas, cayó en el segundo trimestre un 21,4% respecto al trimestre anterior. Esta tasa es de menor magnitud que la de los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo (del -17,7%, lo que supone 15,8 puntos menos que en el primer trimestre) debido a la reducción que se observa en la jornadas medias a tiempo completo (-4,5%).
En términos interanuales, las horas trabajadas decrecen un 24,8%, tasa 20,6 puntos inferior a la del primer trimestre. Por su parte, los puestos equivalentes a tiempo completo retroceden un 18,5%, esto es, 17,9 puntos menos que en el primer trimestre, lo que supone que en un año se han destruido casi 3,4 millones de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en un año.