A Cristóbal Montoro le gusta alardear de que, desde que él es ministro, Hacienda sí somos todos y más aún los más ricos. Pero los datos, al menos los de IRPF, parecen desmentirlo. Francisco de la Torre, inspector de Hacienda, explica que "hay menos declarantes de IRPF en los tramos más elevados desde que el impuesto subió".
Si en 2007, más de 10.000 contribuyentes, 10.580, declararon más de 600.000 euros, en 2013 sólo 4.553 superaron esta cifra. Es un 57% menos. También cayeron los declarantes que ganaron entre 150.000 y 600.000, que pasaron de rozar los 100 mil, 96.477, a casi 59.000, 58.571, un 40% menos. Ignacio Ruiz-Jarabo, exdirector de la Agencia Tributaria subraya que "los contribuyentes han buscado formas alternativas de tributación debido a los impuestos que se pagan".
Se trata de pagar los menos impuestos posibles y hay distintas formas de hacerlo. Carlos Cruzado, portavoz del Sindicato de Técnicos de Hacienda, destaca que "el que puede busca formas de elusión, como tributar como empresa, con enormes beneficios". La más común, facturar parte de la retribución a través de una empresa. Así se reduce la factura fiscal desde el 52 hasta el 30% y eso sin contar deducciones.
Es lo que hizo Juan Carlos Monedero con sus célebres consultorías que tanto molestó a Montoro. Pero Monedero, voluntariamente, decidió declararlo como persona física y pagó 200 mil euros más a Hacienda.
LA FORMA MÁS COMÚN, A TRAVÉS DE EMPRESAS