Todo apunta a un intento de robo de cable, según ADIF. Los ladrones accedieron a las vías del ave de madrugada, abrieron dos arquetas en busca de cobre, pero acabaron cortando el cable equivocado: la fibra óptica que permite la transmisión de datos, pero que en el mercado apenas tiene valor.

No es la primera vez que una banda de delincuentes se cuela en las vías del tren en busca de cobre, un material conductor que se utiliza en todo tipo de aparatos electrónicos y que se vende a buen precio, hasta 5.000 euros la tonelada.

Las bandas suelen actuar de noche y en grupos grandes. Aunque lo que realmente sorprende a los expertos ferroviarios es que los ladrones hayan conseguido burlar las estrictas medidas de seguridad que protegen la red de alta velocidad.

Los investigadores no descartan tampoco que se trate de un acto de vandalismo. Desde 2011, el Ministerio de Fomento ha invertido más de 21 millones de euros en reponer el cable de las vías.