El Gobierno se ha encargado de vender a bombo y platillo la nueva tarificación horaria de la luz: ahora, gracias a un nuevo aparato de medición, sabremos lo que cuesta un kilowatio a cada hora del día y podremos gestionar el impacto de nuestro consumo real sobre la factura eléctrica.

Para hacer un uso inteligente de estos aparatos, lo lógico sería concentrar el uso de los electrodomésticos de más consumo en las horas valle, las de más bajo coste, pero atendiendo a los precios reales y al criterio de los expertos, comprobamos que la diferencia de precio entre horas es de muy pocos céntimos y el ahorro, mínimo. 

No obstante, las horas valle no son precisamente las de consumo eléctrico masivo. Las franjas más caras del día se concentran a primera hora de la mañana y última de la tarde, alrededor de las 9:00 y las 21:00 horas. En cambio, las horas de tarificación más baratas se concentran a primera hora de la tarde y de madrugada.