Las personas presentes en la declaración de Miguel Blesa, Rodrigo Rato e Ildefonso Sánchez Barcoj ante el juez Andreu coinciden en señalar que tanto el magistrado como el fiscal fueron "duros" y "agresivos" ante las débiles defensas con las que se excusaron los imputados. De hecho, sus defensas se basaron en el "yo no sabía" y "no es culpa mía".
Espoleado quizás por la indignación social, el fiscal no dejó pasar ni una a los imputados e incluso respondió visiblemente enojado a Blesa: "Usted era el presidente y estaba allí para dar explicaciones, estoy convencido de que tenía que saber cómo se contabilizaban las tarjetas".
Blesa también intentó desmarcarse en las cuentas opacas. "No hay ninguna cuenta opaca, he descubierto ahora que no se habían practicado retenciones fiscales", indicó. Mientras él y Barcoj dijeron que las tarjetas eran un complemento, Rato insistió en que era parte de su sueldo.
El exministro echó la culpa a sus antecesores: "Cuando yo llegué el sistema ya existía y ya sabía de él". "El director financiero -Barcoj- me entregó dos tarjetas y me dijo que una era para uso personal".
Y Sánchez Barcoj hizo lo mismo. "No sé quién ideó las tarjetas ni desde cuando existían, a mí me la dio el director de medios y se me dijo que era un complemento". Al final, Barcoj salió sin fianza, pero Andreu les impuso 19 millones a Blesa y Rato porque asume que propiciaron el uso de fondos indebidos, lo ocultaron e incluso autorizaron la emisión de nuevas tarjetas.