Edificios abandonados, materiales entre la maleza y viviendas saqueadas. Casi 10 años después del inicio de las obras, el próximo año se echarán abajo las 150 viviendas del Alto del Cuco.

El derribo de las viviendas, ya construidas, llega tres años después de que el Tribunal Supremo confirmara una sentencia que anulaba el Plan Urbanístico del Alto del Cuco. Un plan municipal que contemplaba 400 viviendas. Ahora será el Gobierno cántabro el que asumirá tanto el derribo como la regeneración de la ladera.

Tras esta dentellada al monte, se abre la puerta a un nuevo plan urbanístico en la zona, y la posibilidad de levantar un centenar de viviendas. Una especie de compensación, se temen desde la oposición, a la empresa constructora.