En un comunicado, Gestha considera que el correcto desempeño de las funciones públicas de determinados responsables de la Agencia Tributaria y del Ministerio de Hacienda 'choca con su actividad más que frecuente' en multitud de actos docentes, lo que abre la duda sobre su compatibilidad con el cargo, dado que podría 'menoscabar el estricto cumplimiento de sus deberes, cuando no comprometer su independencia o imparcialidad'.
En este sentido, los técnicos señalan que a pesar de recibir 'altas retribuciones con ingentes incentivos', es frecuente encontrar en los claustros de profesores a subdirectores generales y altos responsables de la Oficina Nacional de Fiscalidad Internacional (ONFI), de la Delegación Central de Grandes Contribuyentes o de la Dirección General de Tributos, por citar algunos ejemplos.
Estos 'docentes', según Gestha, cuentan ya con elevados salarios por sus cargos desempeñados en Hacienda, que se mueven entre los casi 70.000 euros de un subdirector adjunto de la Dirección General de Tributos, hasta los más de 100.000 euros anuales que percibe un jefe de equipo nacional de la Delegación Central de Grandes Contribuyentes o el jefe de la ONFI.
En todo caso, los técnicos de Hacienda consideran que no debería aprovecharse el nombre oficial del cargo ocupado como 'gancho' para atraer alumnos a los cursos, ya que las actividades privadas lucrativas no deberían promocionarse con la utilización del cargo.
Para Gestha, el ejemplo más paradigmático es el de un Máster en Dirección de Fiscalidad Internacional, cuyo claustro de profesores está formado por 27 personas, de las cuales 16 son inspectores de Hacienda en activo y 4 en excedencia. Y entre los 16 en activo, añade, se encuentran los dos máximos responsables de la Oficina Nacional de Fiscalidad Internacional (ONFI), de la Delegación Central de Grandes Contribuyentes (DCGC) y de la Dirección General de Tributos, hasta el pasado diciembre, y cinco subdirectores generales.