La manifestación en Atenas a favor de un acuerdo con la Unión Europea acabó con carreras, fuego y detenciones, al coincidir con grupos más radicales contrarios al acuerdo.

La sociedad griega está dividida. Miles de personas inundaron la plaza Syntagma pidiendo su permanencia en Europa. Y sólo 24 horas antes, la misma estampa, pero esta vez, contra más medidas de austeridad como las que están sobre la mesa, aunque eso les saque del euro. Acuerdo con más ajustes, o no acuerdo. Ésa es la cuestión.

Hay dos frentes también dentro del Parlamento heleno, y no sólo entre distintos partidos: no todos los diputados de Syriza piensan apoyar lo que salga de Bruselas, por mucho que lleve el visto bueno de su líder. Por ejemplo, el vicepresidente del Parlamento ya ha dicho no.

Si a Tsipras se le rebelan algunos diputados, necesitaría el apoyo de los partidos que les precedieron y a los que tanto criticó, Pasok y Nueva Democracia. Si no, la sombra de unas nuevas elecciones, planearía de nuevo sobre Grecia.