El presidente de los hoteles AC tiene muy claro que los espectaculares datos del turismo no se traducen en más y mejor empleo en el sector por culpa de la reforma laboral.
El porqué es sencillo, se puede despedir a toda la plantilla pagando una indemnización de 20 días por año y una vez despedida, subcontratarla por casi la mitad. "De un convenio de unos 1.000 euros, pasan a uno de 600 euros", asegura Antonio Catalán, presidente de la cadena AC.
Es una forma de recortar gastos a la que Catalán le pone nombre: explotación. "Explotan a las camareras y cuando digo que explotan, lo digo con conocimiento de causa", añade.
Esto lo saben bien 'Las Kellys', una asociación de camareras de habitación que lleva años denunciando la progresiva degradación de sus empleos y cree que las palabras de Catalán ayudan a revertir la situación. "Que los propios empresarios empiecen a señalar en la misma dirección va a contribuir", explica Isabel Cruz, portavoz de dicha organización.
Pero el panorama en la gran industria española no es distinto al de otros sectores, por eso todos los grupos, menos el Partido Popular, votaron la subida de un salario mínimo con el que cada vez es más difícil sobrevivir.
Entre 2012 y 2014 el salario mínimo estuvo congelado. Con las subidas posteriores, ha aumentado un 2,1% desde que gobierna Rajoy, por debajo del 3,8% que han subido los precios desde enero de 2012.