El número de parados bajó en diciembre de 2016 en casi 90.000 personas, más empleo pero, dicen los expertos, no de calidad: "A muchos, estos empleos que se han generado este año no les van a sacar de pobres" aseguró Gonzalo Bernardos en ARV.
La precariedad sigue siendo uno de los problemas que más hieren al mercado laboral pero, además, las diferencias entre hombres y mujeres hacen que la recuperación sea, según los expertos, sexista: "Porque el número de desempleados hombres es inferior al de mujeres cuando en el mercado de trabajo hay más hombres que mujeres" dijo Bernardos.
Acceder a un puesto de trabajo sigue siendo para ellas mucho más difícil que para ellos y cuando lo consiguen, la duración de los contratos suele ser más breve y los trabajos, más precarios: "Es duro decirlo pero es por la propia condición de mujer, eso hace que se tenga en cuenta los periodos que una mujer pueda tener de baja maternal, que pueda tener posibilidad de horarios reducidos para atender a hijos o familiares " María del Carmen Barrera, de UGT.
La brecha de género también se nota, por ejemplo, en los contratos a tiempo parcial. Según UGT, estos representan un 33,4% del empleo entre las mujeres frente a solo un 8,6% entre los hombres. Y una cuestión que no cambia: los salarios, que siguen siendo más bajos para las mujeres. En algunos casos, hasta un 20% inferiores: "Las mujeres cada año trabajamos 54 días gratis para igualar ese salario que cobran los hombres" dice Barrera.
Desde los sindicatos insisten en luchar contra esta precariedad derogando la reforma laboral para cambiar la estructura del sistema. Solo así, dicen, se podrán romper las barreras que diferencian a hombres y mujeres.
Una misión casi imposible
Alquilar un piso, una misión casi imposible: "Dijimos que éramos pareja y ni aún así nos llamaron"
Encontrar piso de alquiler es ahora mismo una auténtica aventura, desde conseguir una cita, hasta las decenas de pruebas y papeleos que te exigen para quedarte con la casa. Tener dinero no es el único requisito; los que tienen niños o perros, por ejemplo, lo tienen casi imposible.