Si la eurozona fuera un coche, esta frase podría describir bien el panorama: trata de arrancarlo. Tres países del euro abanderan la incertidumbre en el segundo trimestre. El motor alemán funciona aunque está algo gripado. La caída de las exportaciones alemanas ha pasado factura, sobre todo por una razón: “en Alemania lo que más le ha perjudicado es la crisis de Rusia por la cercanía geográfica y por el comercio", asegura Silvia Morcillo, estrategias de inversión. “Ha bajado la confianza de los empresarios alemanes y eso ha provocado todo”, explica Jacobo Blanquer, consejero delegado de Tressis Gestión.

Y el frenazo alemán no va solo, la vecina Francia y sus titubeos con sus reformas han colocado en un brete a su economía. “Francia el problema que ha tenido es que se ha dormido en los laureles. No ha querido hacer las reformas antes por un tema política, por el peso que iba a tener contra el electorado”, declara Jacobo Blanquer. Por eso, Silvia Morcillo está segura de que se debe a que “mientras se atizaba a otros, Francia ha estado muy tranquila”.

Lo tiene peor la Italia de Mateo Renzi, sumida en su tercera recesión desde 2007. “Renzi está más pendiente de pelearse con Alemania, que de hacer sus reformas”, asegura Blanquer. Morcillo afirma que “Italia no ha sido contundente y por eso, no ha transmitido confianza”.

Así las cosas, algunos economistas apuntan a una posible salida en falso de la crisis con tantos palos en las ruedas. "Los principales países receptores de las exportaciones de España son, Alemania, Francia, Portugal e Italia, y de los cuatro países, tres están mal", postula Blanquer.  Por ello, la estratega de inversión, asegura que “la recuperación puede ser un espejismo”. A estas complicaciones se unen a nuestros clásicos: el paro y el elevado nivel de endeudamiento público y privado.