No sólo fue Blesa, sino también el exdirector de Bancaja quien se quedó con comisiones que debían ir a parar a las arcas de la entidad. Unos 3,3 millones de euros que José Luis Olivas cobró por ejercer de consejero en empresas participadas por Bancaja y que, según la Ley de Cajas de la Generalitat Valenciana, eran para la entidad: “Los ingresos que obtenga, distintos a dietas de asistencia a consejos de administración o similares, deberán cederse a la caja de ahorros por cuya cuenta realiza dicha actividad o representación."
La práctica, parece, era común entre los directivos de las cajas que se fusionaron para crear Bankia. Pero que cambió cuando Goirigolzarri cogió los mandos de la entidad. Estas comisiones pasaron entonces a ingresarse directamente a la cuenta de la entidad.
El olvido de Olivas en la devolución lo recoge el informe que el Banco de España ha remitido a la Audiencia Nacional, que también revela el escandaloso préstamo que Bancaja concedió a Vicente Cotino, el sobrino del presidente de las cortes valencianas y que nunca fue devuelto. En 2008, Olivas firmó, de manera urgente, una concesión de 180 millones de euros a la empresa de Cotino para un circuito de Moto GP que nunca se construyó.
El diario ‘Las Provincias’ apunta que la relación entre Olivas y Cotino va más allá. El préstamo de Bancaja, firmado de manera urgente, coincide con un contrato entre el empresario valenciano y la empresa de José Luis Olivas y su mujer. Cotino pagó medio millón de euros por unos supuestos servicios de asesoría. Movimientos que agrandaron el agujero en una entidad que acabó con un rescate millonario.