Como un boomerang, el clásico "no es cierto, salvo alguna cosa", ha vuelto a Génova a cuenta de los pagos a Miguel Blesa.

Tras la aparición de los papeles de Bárcenas, el PP aseguró que no guardaba la contabilidad previa a 1995. Pero Génova defendió su relación con Blesa diciendo que hubo un solo pago en 1994, o sea, en la época de la que supuestamente no guardan la documentación.

Pero la contradición resulta aún más desconcertante al analizar el comunicado del PP, en el que explica que el error se debe a que "se creó un apunte contable con su nombre y con su correspondiente número, 410.069, donde se fueron anotando saldos de distintos acreedores de todas las sedes del PP de España".

Habrá que ver si la explicación le vale a la Fiscalía, que ya ha anunciado que investigará los pagos del PP a Blesa.

Lo de las aclaraciones sorprendentes del PP empieza a ser costumbre. Con Bárcenas hubo trabalenguas, y también esta vez contradicción entre un comunicado, donde afirman que "ambas partes acordaron que la indemnización procedente se abonara en diferido mediante un pago mensual hasta diciembre de 2012", y la realidad, porque Bárcenas se dio de baja del partido el 31 de enero, el día de la aparición de sus papeles.

Capítulo aparte también para la gestión del caso Sepúlveda, al que Carlos Floriano convirtió en empleado público, en una empresa en la que no puede haber empleados públicos. Pero como "rectificar es de sabios", Cospedal decidió dar carpetazo al asunto y cortar el problema de raíz.