"Hace más de 30 años, el FMI ofreció retrasos a unos pocos países de bajos ingresos tras su solicitud, pero en cada caso de esta prórroga se demostró que no había ayudado con las necesidades de financiación inmediata o los problemas económicos fundamentales", indicó el organismo en un comunicado.
El Fondo respondía así a la petición de última hora por parte del Gobierno de Grecia de aplazar hasta noviembre el pago que vencía ayer martes de 1.600 millones euros, y que finalmente Atenas no efectuó debido a la asfixia financiera que sufre el país, después de no llegar a un acuerdo para reformar el programa de rescate financiero internacional.
Además, el Gobierno heleno se ha visto obligado a cerrar los bancos durante una semana y aplicar controles de capital para que el sistema financiero no se quedara sin fondos. La institución dirigida por Christine Lagarde ha colgado hoy en su página web un lista de preguntas y respuestas sobre la situación de Grecia respecto al Fondo tras ser declarada "en mora".
El Fondo, que forma junto con el Banco Central Europeo y la Comisión Europea del grupo de acreedores internacionales que negoció el programa de rescate financiero a Atenas, reconoce que "un país miembro puede solicitar una prórroga" del pago, pero que "como cuestión de política duradera no extiende los plazos de vencimiento".
Como efecto "inmediato", agregó, Grecia no podrá recibir "nueva financiación" por parte del Fondo hasta que haya cumplido "con sus atrasos". En su nota, la institución financiera insiste en que la solución pasa por un enfoque "equilibrado" que incluya "medidas" por parte de Grecia para "reformar" su economía, y que "los socios europeos ofrezcan financiación adicional y alivio de deuda".
Los analistas discuten acerca de si debe calificarse de suspensión de pagos al incumplimiento del compromiso de Grecia con el FMI, ya que el organismo no utiliza esta expresión. "Sí, esto es una suspensión de pagos, es decir, el fallo a la hora de pagar tus deudas a tiempo como se había acordado previamente", señaló a Efe Jacob Kirkegaard, investigador del Peterson Institute for International Economics de Washington.
"Si fuese un contrato entre entidades privadas, Grecia habría sido declarada en bancarrota por el FMI", aseveró Kirkegaard. "Solo porque estamos tratando con gobiernos es por lo que estamos utilizando otro vocabulario y diferentes reglas", remarcó el experto. También Tyler Cowen, profesor de Economía de la Universidad George Mason de Virginia, coincidió en conversación con Efe en que es "en la práctica una suspensión de pagos", y señaló que "la economía griega y, probablemente también su sistema político, están colapsando a cámara lenta".
Las tensiones entre Atenas y los acreedores internacionales, anteriormente conocidos como la "troika", alcanzaron un nuevo punto crítico cuando el Gobierno del primer ministro griego, Alexis Tsipras, anunció el la convocatoria de un referéndum en Grecia para decidir si se acepta o no las condiciones propuestas por los acreedores.
Tsipras envió hoy una carta a sus socios europeos en la que se mostraba dispuesto a aceptar buena parte de las últimas propuestas de sus socios, a cambio de recibir un tercer "préstamo" de dos años en el que participaría el Mecanismo Europeo de Estabilidad, el fondo de rescate permanente de la eurozona, sin mencionar el FMI. Sin embargo, los ministros de Economía y Finanzas de la zona del euro rechazaron la propuesta y decidieron esperar al resultado del referéndum del próximo domingo.