El Fondo Monetario Internacional ha indicado que la necesidad de financiación de Grecia entre 2015 y 2018 se cifra en 50.000 millones de euros, por lo que incluso con el plan presentado por los acreedores internacionales requeriría 36.000 millones de euros más de los socios europeos.

"Si el programa se hubiera aplicado como se presumía, no habría sido necesaria un mayor alivio de deuda", dice la institución financiera internacional. El reporte además reduce las previsiones de crecimiento económico para Grecia este año del 2,5% al 0 % y empeora sus perspectivas sobre la deuda que previamente había ubicado en una tendencia a la baja desde el actual 175% del Producto Interior Bruto hasta el 128 % en 2020, y que ahora ve en el 150 % para esa fecha.

"Cambios muy significativos en las políticas y la perspectiva desde el inicio del año han provocado un alza sustancial de las necesidades de financiación", agregó el documento. El informe del Fondo sale a luz justo cuando Grecia se prepara para el referéndum convocado por el Ejecutivo de Tsipras, y después de que se rompiesen las negociaciones entre el grupo de acreedores internacionales y Atenas para extender el programa de rescate.

Tsipras ya ha pedido el "no" en la consulta y ha criticado la oferta de los acreedores, mientras que los socios europeos han pedido el "sí". Ante la difícil situación financiera, y con los bancos cerrados, Atenas no pudo cumplir con el pago al FMI de un vencimiento de 1.600 millones de euros, que supuso el mayor impago de un país avanzado con la institución dirigida por Christine Lagarde.