La reforma Montoro tiene un objetivo: notarse en las nóminas de 2015, año electoral. Guindos niega la relación con las urnas. Lo verán casi todos, porque habrá bajada del IRPF en todos los tramos para todas las rentas.

Se eliminarán deducciones para las empresas pero con una rebaja del impuesto de Sociedades aparejada. También se reducirá la fiscalidad para las rentas del ahorro y la inversión. No habrá subidas de IVA salvo la ya anunciada de productos sanitarios.

Tampoco se elevarán los impuestos especiales. Y no habrá cambios significativos en la fiscalidad patrimonial. Muy crítica la oposición y también los expertos, que alertan de que desoír a la Troika puede salirnos caro. El Gobierno dice que 20 millones de contribuyentes notarán las rebajas fiscales en enero de 2015 y que la bajada media será del 12%.