Con el registro de su casa y su detención empezaron, hace seis meses, sus quebraderos de cabeza. El juez quiere saber de dónde sacó el dinero que su entramado de empresas ha movido durante más de una década por paraísos fiscales.

Pero los hechos se empeñan en complicar esa diferenciación. Porque el dinero que investiga el juez se mueve, sobre todo, coincidiendo con las tres etapas de su vida pública.

Su último gran cargo de responsabilidad ha sido en Bankia. Durante su presidencia, ingresó a través de la sociedad Kradonara casi dos millones de euros. Bajo sospecha, una supuesta comisión por contratos de publicidad, que también tendría que ver con sus inversiones en un hotel de Berlín. Según su testaferro Portuondo, un pago por asesorías verbales.

Durante dos años, Rato también estuvo al frente del FMI. Y, otra vez, la casualidad hace que sea una etapa de bonanza para Kradonara. Tuvo ingresos por un millón de euros.

Pero las raíces del entramado empresarial llegan hasta casi sus orígenes políticos. Mientras Rato era vicepresidente económico de Aznar, creó dos empresas. VivaWay, en un paraíso fiscal. Y Kradonara en España. El epicentro de la maraña de sociedades.