El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, mira para otro lado sobre el asunto de que el Gobierno no haya logrado su objetivo de recaudar 2.500 millones de euros con la amnistía fiscal a los defraudadores. Montoro se ha limitado a informar de que la recaudación con la medida tan solo ha llegado a los 1.200 millones.

El titular de Hacienda ha defendido la medida diciendo que "ha valido la pena hacer -la regulación- en un momento como el que vive España". La amnistía fiscal parcial ha permitido la regulación de activos de defraudadores pagando un interés único del 10 por ciento. Sin embargo, Montoro ha recalcado que esta regulación fiscal permite recaudar para financiar los servicios públicos y alcanzar así los objetivos marcados por el Gobierno.

Montoro no ha dado detalles sobre la recaudación de la amnistía y las razones para que solo se haya recaudado la mitad de lo previsto. En cambio, si se ha esmerado en insistir que la balanza de pagos de España este año permite abrir "una puerta de esperanza", ya que en el tercer trimestre tenía un superávit de algo más de dos puntos porcentuales. "El cambio de la balanza de pagos ya es real", ha destacado el ministro de Hacienda.

Adoptar medidas "dolorosas" para salir de la crisis
El ministro ha vuelto a su discurso de que a España lo que le conviene es reducir el déficit público y ha recalcado que no es una política impuesta por Europa, sino que lo que "le conviene".  Así, en su comparecencia en Mijas (Málaga) durante el ‘Foro Hacienda , Administraciones y la salida de la crisis’, ha indicado que hay que reducir el déficit a "un ritmo compatible" con no provocar más recesión económica, lo que ha calificado como "la única vía" para un país "como España", aunque sea adoptar medidas "dolorosas" en términos sociales.