El Gobierno de España ha anunciado, a través del ministro de Economía Luis de Guindos, que pretende llevar a cabo una reforma de la Ley de Auditoría de Cuentas a la vuelta de las vacaciones de verano.

La razón, según parece, es que "dicen que no están preparados ni capacitados para detectar fraudes", señala Sara Graña, periodista del diario Faro de Vigo.

Esta reforma contará con requisitos más estrictos para las firmas encargadas de comprobar las cuentas de una determinada empresa, así como el resto de entidades de interés público. El objetivo es, según dicen, mejorar la calidad de las prácticas y proteger el interés general.

De momento, lo único esclarecido en torno a las características de la nueva reforma del proyecto es que ésta delimitará las remuneraciones por servicios prestados distintos a los de la auditoría de cuenta.

A su vez, una firma no podrá supervisar las cuentas de una empresa más allá de un periodo de diez años. Se pretende así evitar los escándalos empresariales de compañías como Pescanova, Banco de Valencia o Bankia.

"No se permita, con unos límites, realizar otros servicios que podrían afectar a su independencia", indica, además, el experto en auditorías Agustín López.

En el caso de la empresa pesquera española, una de las más punteras a nivel internacional como líder del mercado, BDO, una de las principales firmas de auditoría en España, se encargaba de validar de forma sistemática las cuentas de la compañía.

A causa de estas operaciones, a finales de 2012 se destapaba un considerable agujero de 3.500 millones de euros, con la firma imputada por falseo de cuentas.

Por su parte, el 'terremoto Bankia' puso a la firma privada Deloitte en el epicentro. En esta ocasión, Economía expedientaba a la compañía de servicios profesionales a nivel mundial por las irregularidades en las cuentas previas al debut de la entidad en bolsa.

El resultado se dio con 12.000 millones de valoración que se volatilizaron para convertirse en el rescate más caro de la historia de España, con 23.000 millones de euros.

Una situación similar vivió el Banco de Valencia, que obtuvo 122 millones de euros de beneficios en 2009, los cuales se convirtieron, dos años después, en 6.000 millones de euros de ayudas públicas, según datos del Banco de España.

"¿Cómo se explica que engañen las encuestas? Pues porque te han mentido", destaca Rafael, dueño de la empresa Auditorías López Mera.