Pensionistas, jóvenes, padres de familia, gente en paro... Todos apuran haciendo cola en los cajeros por noveno día consecutivo en Grecia.

Se enfrentan a un futuro de lo más incierto. Si Tsipras no alcanza un acuerdo en Bruselas, Grecia podría salir del euro y los bancos entrarían en quiebra.

El exministro de finanzas, Yanis Varoufakis, prometió que abriría hoy las entidades, pero ante la falta de liquidez, el Gobierno heleno ha decidido ampliar el corralito hasta el jueves. Una promesa incumplida que prolonga 48 horas más la angustia de los griegos.

Las restricciones en los cajeros se mantienen. Los helenos pueden retirar como máximo 60 euros al día. Aunque muchos cajeros ya no disponen de efectivo. "Han cerrado el flujo de dinero, los bancos han ido a la quiebra", apunta un ciudadano.

Una falta de liquidez que condiciona el día a día de los griegos. Por eso hasta el viernes el transporte público seguirá siendo gratuito. Lo que pase a partir de ese momento se decidirá en Bruselas. El pueblo griego se encomienda más que nunca a Tsipras.