A Javier todos los días le toca lidiar con la picaresca de los clientes: "Intentan ver si podemos facturar alguna cosa que no sea con IVA".

Él lo sufre en el negocio de las telas pero el dinero negro es la moda en muchos los sectores. El fraude fiscal está disparado desde que empezó la crisis. Ha subido tanto que la ya cifra asusta, llega 24% del PIB. Lo que se traduce en que casi un cuarto de billón de euros escapa al control de Hacienda. Los inspectores de Hacienda se preguntan "por qué los gobierno miran para otro lado y la respuesta es la falta de voluntad política"

El fraude fiscal está disparado desde que empezó la crisis

Los técnicos de Hacienda denuncian que tienen las manos atadas y que además las circunstancias no ayudan. Por ejemplo, sufrimos la resaca del ladrillo con la costumbre de pagar en metálico, y los billetes de 500 campan a sus anchas. Y a ellos hay que sumar el espectacular aumento del paro. La gente sin trabajo, reconocen, acepta cualquier cosa, aunque no sea lega.

Es la señal de la falta de conciencia, otro incentivo para el fraude fiscal. Es decir, que aquí no somos conscientes de que al ocultar dinero al fisco, nos defraudamos a nosotros mismos. "Si la tasa de fraude no fuera tan elevada las política de austeridad no habrían sido tan drásticas", explica José María Mollinedo, secretario general de Gestha.

Y por último, la corrupción extendida a gobiernos y políticos. Dicen en Hacienda que es un verdadero lastre para luchar contra el fraude.