Aparentar que lo suyo ya no era suyo. Esa fue la jugada favorita de Díaz Ferrán para evitar que sus acreedores pudieran embargar sus bienes. Con este documento, al que ha accedido laSexta Noticias en exclusiva, Díaz Ferrán evitó perder los bienes de su casa: "El Señor Díaz Ferrán reconoce adeudar al Señor Borrego Valverde 142.580 euros, y éste ha aceptado el pago de la misma. Esta obligación constituye derecho real de prenda sobre los bienes muebles".

No recurrió a De Cabo sino a Adrián Borrego Valverde, consejero en muchas de las empresas de Díaz Ferrán y hombre de su confianza. A él le entregaba sus bienes por el pago de una supuesta deuda, pero seguía disfrutándolos.

El inventario da una buena idea del asombroso tren de vida del expresidente de la CEOE: "Alfombras persas, lámparas de huevo de avestruz, seis televisiones, una de ellas con su juego de sonido de primerísima calidad, o varios objetos de marfil".

LaSexta Noticias ha estado allí, en la entrada de la casa de Díaz Ferrán. Hemos visto llegar a personas cercanas a la familia. Y aunque ellos no han querido hablarnos, los vecinos, e incluso el cartero nos confirman que sí, que ésta ha sido la casa del empresario hasta su último día en libertad.

Pero hace ya dos años y medio, a Díaz Ferrán le vieron venir. En cuanto desembarcaron en Marsans, los administradores judiciales ya advirtieron lo que pasaría: "Es muy probable que cuando se dicte la sentencia, los exgestores no tengan ya bienes para hacer frente a las responsabilidades". Y eso fue exactamente lo que acabó ocurriendo, que Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual se declararon insolventes de forma súbita.