Aunque cobran un 40% menos que la media de cualquier trabajador, el nivel de vida de los pensionistas está por encima de los asalariados. Lo explica Narciso Michavilla, economista. "El hogar del jubilado tiene menos miembros, el trabajador tiene que sacar adelante a sus hijos", apunta.

Para muchos economistas esto es causa y efecto de la reforma laboral, que ha intentado frenar la crisis, de momento, solo con trabajo precario. Otros países como Francia o Austria dedican el 14,6% y el 14,1% de su PIB a las pensiones, respectivamente. "España tiene la tasa de paro ajustada por precariedad más alta del mundo", señala un experto. Reducir el importe de las pensiones, sin embargo, provocaría una reducción del gasto, y peligrarían más empleos.

La desigualdad social es cada vez más extrema, y se encamina a un sistema privado de pensiones que sería alcanzable solo para la élite. "O creamos empleo y protegemos al empleado de larga duración o el sistema social es insostenible", declara Michavilla.