"No tenga usted la más mínima duda de que se van recuperar la mayor parte de esas inversiones", declaró el 18 de septiembre de 2013 el ministro de Economía, Luis De Guindos. Aunque antes, el 11 de mayo de 2012, ya había afirmado que el rescate bancario "no cuesta a los contribuyentes españoles".
Pocos días después, fue el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien aseguró que "se va a recuperar la inversión que hizo el Estado". "Un crédito a la banca, que va a pagar la propia banca", insistió Rajoy en el Congreso de los Diputados el 13 de junio de 2012. Ese mismo mes, De Guindos repitió que el préstamo iba a ser "en condiciones muy ventajosas", y que no se iba a generar "ningún coste para la sociedad, sino todo lo contrario".
"No estamos haciendo un favor a nadie, las condiciones se les van a imponer a los bancos", volvió a insistir el ministro de Economía. Por su parte, meses después, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, puntualizó que no costaría "ni un euro al contribuyente".
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