Tras ver los precios, Carmen ha tenido que cambiar el menú del día: "Hoy me quedo sin la crema de Calabacín". Su presupuesto no le da para comprar lo que tenía apuntado en la lista.
Lo mismo le ocurre a Rosa. "Iba a hacer un pisto pero al final compré coliflores", explica. Los precios de las verduras se han disparado en cuestión de días.
Los calabacines y las berenjenas cuestan ahora el triple que hace una semana. El kilo ronda los cuatro euros y medio cuando antes estaba a 1,50. Los tomates y las alcachofas también han duplicado su precio.
La explicación a esta brusca y repentina subida de precios hay que buscarla en la ola de frío siberiano que ha arrasado las cosechas de toda Europa. La producción ha caído un 50%.
Italia ha pasado de exportar a importar verduras, y eso ha hecho que España tenga que abastecer a gran parte del continente. Así, a menos cantidad, más suben los precios. "Las provincias productoras de Andalucía como Málaga, Granada y Almería no les ha afectado tanto, aunque estamos al 50% de como estábamos el año pasado", explica el portavoz de la Ejecutiva de COAG Andalucía.
En algunos mercados de Madrid se ha convertido en misión imposible encontrar espinacas de manojo y acelgas. Según los expertos, la situación no se normalizará hasta mediados de marzo. Primero, tienen que recuperarse las cosechas.