Jesús Molina echa el cierre a su negocio sin derecho a cobrar la pensión. "Esto es un robo, yo llevo cotizados 40 años pero los últimos años no he podido. Por lo menos que me den un poco de cuartelillo, margen, para ir viviendo", relata.
Su empresa daba pérdidas y decidió dejar de pagar sus cuotas a la Seguridad Social. Debe 47.000 euros al Estado y con deudas no hay prestación.
"Yo no me niego a pagar, que me quiten la parte proporcional, que me quiten la mitad", añade Molina.
La asociación de trabajadores autónomos reconoce que recibe muchas llamadas de casos como el de Jesús. Autónomos que en los últimos años de vida laboral no pueden hacer frente a las cuotas de la Seguridad Social.
"Conforme pasa el tiempo hay muchos comercios que ya no tienen los mismos ingresos y el autónomo está esperando a jubilarse", sostiene Laura Gómez, directora general de la Asociación de Trabajadores Autónomos.
Hay una salida si antes de solicitar la jubilación se llega a un acuerdo con la Seguridad Social para pagar la deuda a plazos, entonces sí te pueden autorizar la pensión.
"El problema es que la ley es tajante, en el momento en que solicitas la prestación, si la Seguridad Social constata que hay una deuda con ellos, te la deniega", subraya Rosa López, experta en derecho laboral de ABA Abogados.
La deniega aunque la deuda sea de un solo euro, Jesús denuncia la rigidez del sistema.