Mariano Rajoy ha advertido en Barcelona de que el mundo camina irremisiblemente hacia procesos de integración, que "lo moderno es la unión, no la disgregación" y que "el signo de los tiempos es la integración y no el aislamiento". Rajoy ha lanzado este mensaje en su intervención en el acto inaugural del I Foro Económico del Mediterráneo, al que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, sólo ha asistido al principio para saludar al jefe de Ejecutivo y al resto de participantes en el mismo.

Sin referirse de forma explícita al debate existente sobre el futuro de Cataluña, Rajoy ha señalado que "Barcelona, como ciudad mediterránea, catalana y española", es ejemplo de tantas aportaciones que pueden armonizarse positivamente en un proyecto común que "no excluye a nadie y beneficia a todos". En su discurso, Rajoy ha señalado que la elección de Barcelona como sede del primer foro económico supone "el mejor de los comienzos posibles" porque la capital catalana es "el más vivo reflejo del Mediterráneo", un lugar "donde las identidades se suman y los arraigos se comparten" y una ciudad que "encarna la pluralidad, el cosmopolitismo y la apertura".

Acuñando la expresión de Miguel de Cervantes, Rajoy ha afirmado que los españoles también sienten a Barcelona como "honra de España" y encuentran en ella "un carácter tan fiel a su identidad y sus raíces como abierto y acogedor". El presidente del Gobierno ha afirmado que el espíritu del Foro es que perviva un Mediterráneo como "eje de vertebración y de unidad", un mar que, ha dicho, "nunca ha sido una frontera, sino un horizonte de esperanza y un puerto seguro para la prosperidad".

"A lo largo de los siglos, de costa a costa y de una orilla a otra orilla, el Mediterráneo nos ha permitido reconocernos en el otro sin renunciar a lo que somos", por lo que "si algo nos enseña la historia es que estamos mejor en el encuentro que en el desencuentro, en la cercanía que en el alejamiento, en la cooperación que en los esfuerzos aislados", ha afirmado el jefe del Gobierno. En este sentido, Rajoy ha advertido de que el mundo camina "irremisiblemente hacia procesos de integración", que "el signo de los tiempos es la integración y no el aislamiento" y que "lo moderno es la unión, no la disgregación", en un mensaje al proceso soberanista catalán, aunque sin mencionarlo directamente.