Por el contrario, el estudio constata que en el mismo periodo de tiempo únicamente 614 productos han registrado un aumento de tamaño sin que este incremento se haya traducido en un mayor precio. Este fenómeno, conocido como 'shrinkflation', parece no haber tenido un impacto particularmente destacado sobre la evolución de la inflación, señala la oficina estadística británica, con la salvedad de la subcategoría de azúcares, mermeladas, chocolates y golosinas, donde desde 2012 la reducción de tamaño de los productos ha contribuido al aumento de precios en 1,22 puntos porcentuales.
El análisis de la ONS señala que, a pesar de que muchos fabricantes atribuyen su decisión de ofrecer menos producto por el mismo precio al encarecimiento de las materias primas, los datos muestran que el precio de las importaciones europeas de azúcar lleva bajando de manera ininterrumpida desde 2014, alcanzando en marzo de 2017 su nivel más bajo desde que el Fondo Monetario Internacional (FMI) comenzó a recopilar datos desde 1991.
Asimismo, la Oficina añade que el precio del cacao, que en diciembre de 2015 alcanzó su nivel más alto en cinco años, ha bajado de forma significativa desde entonces. A su vez, la ONS sostiene que desde la victoria del 'Brexit' en el referéndum del 23 de junio de 2016 "no se aprecia un cambio noticiable" que permita afirmar que la futura salida del Reino Unido de la Unión Europea ha intensificado este fenómeno.