No puede pagar las facturas, por eso en su casa, este invierno no se pone la calefacción. A Verónica y a su hija les toca pasar frío. Se les acaban las ayudas y el mes que viene tendrán que sobrevivir con sólo 62 euros: "Te tapas con lo que puedes, estamos como en la calle".

Ella es una de los dos millones y medio de españoles que no pueden pagar las, cada vez más astronómicas, facturas de la luz. Un problema que, según un estudio, puede hasta provocar la muerte.

Según afirma José Luis López, coordinador de la Asociación de Ciencias Ambientales, "entre un 10-40% de las muertes que se producen en invierno se pueden deber a la pobreza energética".

Son familias como la de Verónica, que prefieren comer a estar calientes: "Tiene consecuencias sobre la salud. Las enfermedades respiratorias, cardiovasculares, las agrava. Y luego enfermedades crónicas, sobre todo en personas de avanzada edad", señala López.

Concepción tiene 77 años y ella es una de esos mayores que hoy tirita de frío. Sus 600 euros de pensión, van para pagar sus medicamentos, comer y ayudar a sus hijos, en paro.

Hoy le llevan mantas, pero también pagan sus facturas. La crisis económica les ha metido dentro de un nuevo sector: los pobres energéticos. Una crisis que, cada vez más, deja helados a millones de hogares.