Buenas noticias para los bolsillos de los usuarios de las tarjetas black: la mayor parte del gasto habría prescrito. Tres ejemplos significativos son Barcoj, Santín o Spottorno. Del total de sus abultados cargos, Hacienda pondrá la lupa en una mínima parte.

El que más suerte puede tener es Miguel Blesa, dejó la caja en 2010 así que apenas le dió tiempo a gastar 19.000 euros en periodo investigable. En el lado opuesto está Rodrigo Rato, que tiró de tarjeta desde su nombramiento por lo que sus compras no han prescrito.

Si se ha reducido al máximo la infracción tributaria, tampoco hay muchas posibilidades de que exista delito fiscal. La defensa en los tribunales de los beneficiarios de las tarjetas está asegurada. La póliza de responsabilidad civil pagada durante años por Caja Madrid y Bankia blinda a los consejeros. Habrá que ver si la aseguradora acepta pagar ahora las minutas de los abogados.