El objetivo de la compañía presidida por Juan Roig es implantar esta medida, que se inició en 2018 en 66 tiendas ubicadas en Valencia, Vizcaya, Barcelona, Cantabria, Islas Baleares, Ceuta y Melilla, al resto de la cadena de manera progresiva.
De esta forma, la ampliación comenzará este mes en los supermercados de Cataluña, Madrid y Navarra, y se irá ampliando hasta llegar a las más de 1.600 tiendas a mediados del próximo mes de abril.
Con esta medida, el cliente podrá elegir para realizar su compra diaria entre la tradicional cesta de rafia de 50 céntimos, una bolsa de papel de 10 céntimos, y una bolsa reutilizable y reciclable con un contenido de plástico reciclado entre el 50% y el 70%, también de 10 céntimos.
Además, la compañía ha instalado un nuevo mueble para las bolsas de plástico que utilizan los 'jefes', como la compañía denomina internamente a sus clientes, en las secciones de frescos, dotado de un nuevo sistema dispensador que reduce el despilfarro de las mismas.
El mecanismo de reposición es "más fácil e intuitivo" que el precedente, facilitando esta tarea al trabajador de la sección. Asimismo, está previsto que estas bolsas sean sustituidas por otras de material compostable antes de 2021.
Mientras tanto, con el compromiso de reducir el consumo de plástico, se ha suprimido la zona de precorte para disminuir la cantidad de plástico que quedaba en el soporte, y que era desechada.
De esta manera, Mercadona refuerza su apuesta por la sostenibilidad, compromiso que le llevó en 2011 a ser la primera firma del sector en introducir iniciativas para reducir la utilización de las bolsas de plásticos de un solo uso, y un año antes, en 2010, a ser pionera en el reciclado de plástico con proyectos como el abordado conjuntamente con el proveedor SPBerner para incorporar una nueva línea de menaje (cubos, barreños, palos de escoba y fregonas), fabricada con el plástico recuperado de los invernaderos.
Mercadona es desde 2009 miembro del Foro Europeo de la Distribución para la Sostenibilidad (REAP), un organismo copresidido por la Comisión Europea en el que todos sus participantes son auditados periódica y externamente en materia de sostenibilidad.
Además, es socio desde 2011 del Pacto Mundial de Naciones Unidas para la defensa de los valores fundamentales en materia de Derechos Humanos, Normas Laborales, Medio Ambiente y Lucha contra la Corrupción. La compañía se ha marcado como objetivo el devolver a la sociedad parte de cuanto recibe de ella.
Con este objetivo se desarrolla el plan de Responsabilidad Social de la Compañía (RSC), que atiende el componente social y ético a través de distintas líneas de actuación sostenibles que refuerzan su apuesta por el crecimiento compartido.
Como parte de esta política, Mercadona trabaja en el proyecto de distribución urbana sostenible y la mejora de la calidad del aire en las ciudades mediante camiones y furgonetas propulsados por tecnologías más limpias y eficientes, así como en la construcción de cubiertas ajardinadas y jardines verticales en sus tiendas.