El ministro de Industria, José Manuel Soria, trabaja en la reforma estructural del sector eléctrico para impulsar la competencia entre las compañías, ya que ahora "no hay mucha", y poder así profundizar en la liberalización de este mercado.
La reforma buscará alternativas al pago de costes como las primas a las renovables o los extra peninsulares que hoy se pagan vía el recibo de la luz. Además es necesario acabar con el déficit de tarifa con medidas como una nueva fiscalidad energética que, según el ministro, el Gobierno se replanteará cuando el déficit se haya dejado de generar y no exista riesgo de que reaparezca.
El ministro comprende que los nuevos gravámenes, en trámite parlamentario, no gusten a ninguno de los implicados en el sector porque tampoco gustan al Gobierno, ya que poner impuestos va en contra de su modelo económico.
"Uno de los cambios que ha planteado el PP es disminuir el céntimo verde que grava el gas para uso industrial de 0,65 a 0,15 céntimos de euro por gigajulio. A cambio, para que la suma total de recaudación siga siendo la necesaria para cubrir el déficit han tenido que proponer un incremento en la tasa que gravará todo tipo de generación del 6 al 7%", asegura Soria.
"En el proyecto de ley no se establece ninguna temporalidad sobre los impuestos. Lo que se establece es un objetivo de sostenibilidad medioambiental y financiera. Una vez que se alcance el equilibrio se podrán replantear este tipo de figuras tributarias".
Sobre la falta de competencia en las eléctricas, Soria ha afirmado que una parte de la reforma tiene que ser impulsar la variedad de oferta en el sistema. Hoy en día no hay mucha competencia. "Yo creo que el sistema marginalista no hay que cambiarlo, pero que haya competencia es bueno en todos los sectores y es en eso en lo que estamos trabajado".