Miguel Blesa salió de la cárcel como un preso más, pero sólo a él le esperaban las cámaras. No las esquivó, se dirigió a ellas con paso firme. Quiso exhibir su victoria: “No esperaba una bienvenida como esta”, explicaba el antiguo de Caja Madrid.

Una imagen muy diferente a la del 17 de mayo, cuando salió de la cárcel por primera vez, entonces se metió muy rápido en el  coche su batalla con José Elpidio Silva no había hecho más que empezar.

Desde el principio, la defensa de Miguel Blesa acusó al juez de imparcial. No les gustó nada que usara como pruebas los correos electrónicos con información sobre la compra del banco de Florida y pidieron su recusación.

Del lado de Blesa también está la fiscalía, siempre pensó que las pruebas no eran concluyentes y recurrió el ingreso en prisión de Blesa. La acusación particular le defendió como un héroe.

Desde ese momento, el magistrado se convierte en el protagonista y rompió su silencio: “El principio de imparcialidad no se está respetando”.

Al final, Elpidio José Silva ha tenido que ceder. Es fácil adivinar quién puede sentirse hoy ganador.