El portavoz de UPyD en el Ayuntamiento de Madrid, David Ortega, ha dicho que es un "parche" encargar a la empresa pública Tragsa que se haga cargo del cumplimiento de los servicios mínimos en la huelga de limpieza viaria en la capital y ha cuestionado la legalidad de la medida adoptada por la alcaldesa, Ana Botella.

Ortega ha hecho estas declaraciones a los periodistas cuando se cumple la décima jornada de paros de la huelga de limpieza viaria y de mantenimiento de jardinería y al día siguiente de que Ana Botella diera un ultimátum a empresas y sindicatos para que pongan fin a sus discrepancias.

Para el portavoz municipal de UPyD, la medida adoptada por la alcaldesa ha puesto de manifiesto que "le queda grande la gestión del Ayuntamiento" y que "cada vez que surge un problema" tanto ella como su equipo de Gobierno carecen de "capacidad para solucionarlo".

No es el único que ha rechazado el ultimátum de la regidora madrileña a los trabajadores de limpieza. El portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Jaime Lissavetzky, pidió ayer la dimisión de Ana Botella por convertir Madrid en la capital de la basura.

Lissavetzky calificó como "una broma" fruto de una gestión "desastrosa" la advertencia de la alcaldesa de que llevará a la Fiscalía la situación creada por esta "huelga salvaje" y encargará a la empresa pública Tragsa los servicios mínimos si no hay acuerdo entre empresas y sindicatos en 48 horas.

El político socialista señalaba que optar por una empresa pública para solucionar temporalmente este conflicto es un manera de reconocer "que la empresa privada no funciona". En este sentido, Lissavetzky se preguntaba por qué si la alcaldesa se inclina por la empresa pública no "municipaliza" de nuevo la gestión de la limpieza viaria de Madrid o rescinde totalmente el contrato de las empresas adjudicatarias, dado que lo que "está haciendo ahora es una rescisión parcial".

Por su parte, el portavoz del grupo municipal de Izquierda Unida, Ángel Pérez, manifestó que la alcaldesa de Madrid es la "primera y única responsable" de la huelga de limpieza y la situación de suciedad que atraviesa actualmente la capital, pues su "irresponsabilidad" ha llevado a subcontratar servicios que son de su competencia.

"Los madrileños pagan por obligación sus impuestos al Ayuntamiento y si la alcaldesa decide subcontratar a empresas privadas para que los presten esa es su responsabilidad o, mejor dicho, su "absoluta irresponsabilidad", apostillaba Pérez en un comunicado.

"Estamos seguros de que quienes hablan de que esta huelga secuestra a la ciudadanía no tiene salarios por debajo de los 1.000 euros con riesgo de reducirse a seiscientos", remarcaba Pérez respecto a las críticas vertidas a la huelga.

Tragsa no quiere participar en las "artimañas" de Botella
El comité intercentros de Tragsa manifestaba ayer en un comunicado firmado por UGT, CCOO y CGT que no está dispuesto a participar en las "artimañas" de la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, quien anunciaba que encargará a esta empresa pública los servicios mínimos de la huelga de limpieza viaria y jardines.

En esta línea, los sindicatos rechazan "rotundamente" la intención de Botella y manifiesta el "total" apoyo a las "justas" reivindicaciones de los barrenderos y jardineros de la ciudad.