La otra cara de los desahucios tampoco es un trabajo agradable. Así lo manifiestan los encargados de notificar y echar a varias familias de sus hogares. Entre estas personas se encuentran agentes judiciales, policiales y cerrajeros. Los miembros de la comisión judicial dicen que su trabajo es arriesgado porque no saben que se van a encontrar.

En un caso como un desahucio no pueden meter la pata, ya que se trata de un caso muy delicado. Si a la hora de desahuciar a una familia hay alguna duda, llaman al juzgado para recibir una confirmación y no no se produzca ningún error a la hora de tomar medidas.

Desde la comisión judicial se defienden y dicen que también tiene sentimientos. Estos miembros no disponen de plus de peligrosidad, por lo que la policía siempre tiene que ir con ellos. En muchos casos, cuando han procedido a desahuciar a una familia, han estado a punto de que les pegaran, teniendo que irse corriendo para no estar en peligro.