El paro en España sigue por encima del 26%, lo que significa que uno de cada cuatro españoles que quiere trabajar no puede. Aunque el número de parados ha bajado en 2013 en 69.000 personas, la alta emigración hace que la tasa de paro siga subiendo.
La explicación es que cada vez emigran más personas. Otro dato negativo es que se sigue destruyendo empleo: en España se destruyeron durante el 2013 198.900 empleos. Sin embargo, El Gobierno insiste en que ya se ve un cambio de tendencia.
¿Porqué la a aparente bajada del paro no lo es tanto?
La culpa es de aquellos que deciden hacer la maleta. Los que se marchan dejan de contar, desvirtuando la EPA.
"Estuve un par de meses en el paro, me desapunté, me vine aquí y dejé de figurar". El caso de Carolina alimenta la paradoja de nuestro mercado laboral. Es cierto que en 2013 el paro ha bajado en 69.000 personas, pero si tenemos en cuenta el hundimiento de la población activa provocado por los que se van y el envejecimiento, al final vemos que la tasa de paro sube.
El ERE de Cocacola es el mejor ejemplo de que el empleo, aunque a menor ritmo, se sigue destruyendo. No hay más que echar un vistazo a los datos del último trimestre, que coronan un 2013 en el que se esfumaron 198.000 puestos de trabajo. El país sigue perdiendo músculo con 16,7 millones de ocupados, un millón menos desde el desembarco de Rajoy.
Si Antonio es despedido su familia engrosaría la lista dramática que arroja esta EPA, la que se refiere a los hogares con todos sus miembros en paro, que ya son más de 1.800.000. Los españoles no ven remedio a la plaga del paro, que ya dura seis años.