Ante el juez Andreu algunos de los exconsejeros de Caja Madrid daban a entender que usaban su black casi por compromiso. Es el caso de Pedro Bedía. Nombrado a propuesta de CCOO, asegura que le pedían que tirara más de tarjeta: "El secretario me exhortaba a que la usara más". Y eso que pagó con ella puros, lotería y hasta 6.000 euros en marisco.
Otros, sin embargo, han optado por pedir perdón. Jesús Pedroche, expresidente de la Asamblea de Madrid y numerario del Opus, cree que hizo mal en gastarse más de 10.000 euros en arte sacro: "Tuve que tener otra actitud, lo siento".
Pero, como la mayoría, niega que supiese que no era legal: "en ningún momento recibí una llamada. Pensaba que eran legales y declaradas", decía el expresidente.
De que las tarjetas estuvieran al día con el fisco, los exconsejeros dicen no haber tenido ninguna responsabilidad. "Pregunté a de la Torre y me dijo que el responsable era Caja Madrid, me dijo, os pido que no me mandéis ni los resguardos", declaró el exconsejero Alberto Recarte.
Este exconsejero a propuesta del PP dice que la mano derecha de Blesa en el consejo le dijo que se lo gastase en lo que considerara oportuno. Misma tesis que el exsindicalista Rodolfo Benito: "Si no me la dan no la uso, nunca he participado para favorecerme a mí ni a mi familia".
Según algunas declaraciones, ni ellos, ni la propia caja, tuvieron el control. El expresidente de Caja Madrid, Jaime Terceiro, asegura que en cuanto a Blesa le sustitutó, echaron al que se ocupaba de controlar las tarjetas.