Ana cobra una pensión de 700 euros. Votó a Syriza en las elecciones y a favor del No en el referéndum. Y sin embargo dice que si Tsipras traiciona su palabra y baja las pensiones, lo aceptará. Cree que el primer ministro ha hecho todo lo posible por evitarlo. "El primer ministro está buscando el mejor acuerdo posible para nosotros, y hay que apoyarle", afirma Ana Kuntur.
Yanis es mucho menos comprensivo. Es economista y conservador. Pero se opone a que le bajen su pensión de 1.200 euros porque lo exige Alemania. "Esto me recuerda a Alemania de los años 40, cuando los alemanes estaban aquí. Vamos a morir en la calle".
Los dos están ansiosos por conocer el paquete de reformas del Gobierno. Según la prensa griega, el hachazo será de 12.000 millones de euros en los tres años de rescate. Antes del referéndum se hablaba de entre 8 y 9.000 para dos años. Parece que Tsipras se rinde y hará lo que siempre dijo que no haría: bajar las pensiones y subir aún más los impuestos.
Petros es el encargado de una tienda. Sus clientes son, sobre todo, extranjeros. Sabe que la subida del IVA es una de las exigencias de la Troika. Y eso, dice, acabaría con el negocio. "Cuando vengan los turistas y vean que las cosas son más caras que en su país, no van a querer comprar".
El Gobierno podría renunciar incluso a una reestructuración de la deuda a cambio de las reformas.